3 oct 2013

Un día en el Valle de Guadalupe


Aprovechando un viaje a Ensenada, BC. tuve la oportunidad de dedicarle un día completo a ir al Valle de Guadalupe, la zona vitivinícola por excelencia en México. El valle, situado a 30 kms de Ensenada, tiene condiciones climáticas muy similares a las del suroeste francés, excelente para la vitis por la temporalidad de las precipitaciones. Debido a que las lluvias son durante el invierno, y la sequía durante verano, se logra una máxima conservación del agua durante el invierno, y una óptima cosecha durante el verano.

La región cuenta con más de 40 bodegas y podríamos haber estado por lo menos una semana visitando a muchas de ellas. Pero por el tiempo que tuvimos disponible fuimos sólo a tres. Empezamos nuestro viaje en Villa Montefiori.



Villa Montefiori




A la entrada del Valle de Guadalupe se encuentran los viñedos de Paolo Paoloni, Villa Montefiori. La ubicación del viñedo, y el reservorio que tiene, le permite una máxima conservación de agua. El proyecto fue iniciado en los 90s y tras 7 años produjo su primer vino. Hoy en día cuenta con once variedades de uva, entre ellas el Chardonnay, Syrah, Cabernet, Colombard, Merlot, Sangiovese, Brunello, Montepulciano, Nebbiolo y Aglianico. De los pocos proyectos en México con uvas italianas y sin duda uno de los mejores logrados.

Pasamos una mañana increíble con Paolo y probamos la mayoría de los vinos de su bodega. El Brunello es una producción limitada y exclusiva de su bodega. Sin duda una competencia feroz a los grandes Brunello di Montalcino, uno de mis vinos favoritos.



Con Paolo y sus vinos


Norte 32

Terminando la visita en Villa Montefiori nos fuimos a Norte 32, esta bodega empezó en el año 2002 como proyecto de jubilación del Capitán Oscar Obregón tras años de trabajo y dedicación a la aviación. En este año adquirió una pequeña propiedad en corazón del Valle de Guadalupe ubicada justo en el paralelo Norte 32. En 2003 siembra 7 hectáreas, principalmente de Merlot y Cabernet Sauvignon.

Esta bodega se hizo conocer cuando a través del Teziano ganaron 3 años consecutivos entre los mejores lugares para el concurso de mejor vino de México. Esta bodega cuenta con 4 vinos, un rosado, y tres tintos. El rosado es una mezcla de , y los tintos son el Norte 32 en Shiraz y Tempranillo y 100% Cabernet, y el Teziano, también 100% Cabernet.


Los vinos de la bodega: Norte 32 Cabernet, Teziano,
Norte 32 Rosado y Norte 32 Shiraz-Tempranillo
Cava principal

 Quinta Monasterio

Para finalizar este excelente día, continuamos con la visita a Quinta Monasterio. Desde la llegada nos recibió Reynaldo, enólogo y dueño de la bodega. Fue un honor que nos dedicara todo el tiempo que tomó para ir por toda la bodega, por los múltiples proyectos que tienen dentro de la misma, y sobre todo por la gran hospitalidad al recibirnos.



 
Reynaldo presentando el Cosecheros
Paisaje de los viñedos de Quinta Monasterio

Cierre con broche de oro - Laja

Para finalizar fuimos a cenar en Laja. El restaurante, situado en el centro del valle, fue catalogado como uno de los mejores 50 restaurantes en América Latina, y la verdad es que vale la pena. Ahí descorchamos uno de los vinos que nos habíamos llevado en el recorrido, el Cabernet Sangiovese de Montefiori, y acompañados del menú degustación, fue todo un deleite.




Esta es sólo una pequeña parte de lo que se puede hacer en el Valle de Guadalupe, aunque sin duda, una de las mejores. Me llevo muchos vinos, una gran experiencia, un agradecimiento por la hospitalidad y gran trato de las tres bodegas, y sobre todo, muchas ganas de volver.

Espero sea muy pronto para seguir escribiendo de la región por excelencia de vinos de México.

#Salud!




19 ago 2013

¿Porqué escribo de vinos?

Hace unos meses me nació la idea de hacer un blog acerca del vino. Durante mucho tiempo me quedé pensando un comentario que hizo un conferencista de Naciones Unidas hace un par de años. Me encontraba en una conferencia del "global south", como llaman a los países "en vías de desarrollo" en las conferencias de cambio climático en Durban, Sudáfrica. El conferencista, boliviano, destacaba que le parecía una aberración que en la sala de junto, los países del "global north" estaban teniendo una reunión de acuerdos sobre tecnologías avanzadas, que, como lo mencionaba el, eran solo para alimentar su ego y producir una gran cantidad de equipos lujosos como automóviles, yates, etc. que no hacían falta a esta humanidad, sobre todo ante un escenario climático catastrófico. Me fue muy complicado argumentar hasta cuando, o hasta que circunstancias este comentario pierde validez. La verdad es que este comentario me intrigó mucho, y me pasé mucho tiempo tratando encontrar una respuesta lógica y congruente.

Al hacerme la pregunta de porque escribo de vinos, creo que he encontrado la respuesta. Esta radica en la necesidad que tenemos como seres humanos de trascender, de tratar de aportar algo al mundo a través de algo que nos apasione. Así que para ser muy claro, si piensas que escribir de vinos es una adoración al hedonismo, o una adoración a productos de lujo, pues estás equivocado. Ahora, también cabe resaltar, que parte importante de la gente que lo hace, es gente que busca trofeos, fama, y que lo hace con arrogancia hacia los demás, y, que para resumirlo, me parece despreciable. Y aunque ya varias veces vinos muy caros se han escabullido hacia mi copa, en ese momento me siento agradecido y verdaderamente lo disfruto, sin tomarlo con cinismo.

Pero bueno, ya estoy perdiendo un poco el rumbo. Mi punto es que vamos a través de la vida creando conexiones, y mientras pasa el tiempo también vamos viendo como algunas se van desconectando. Después tratamos de acordarnos de aquellos pequeños detalles que hicieron grandes momentos en nuestras vidas, y poco a poco los vamos perdiendo. Y esto es lo que me apasiona de este mundo, los detalles hacen la diferencia. Como un gran amigo me lo dijo una vez: "la vida consiste en todos los pequeños detalles", y esto es muy cierto en muchas dimensiones.

El vino nos permite transportarnos a momentos de nuestras vidas. Hace unas semanas tomé un vino de una bodega en Mendoza, Argentina, del año 2007. Esta bodega la habíamos visitado con la familia e inmediatamente me acordé que al ingresar a la cava principal, tenían unas barricas del año en el que nació mi hermano. Como no podíamos creer lo barato que resultaba tomar un vino de casi treinta años a ese precio, compramos varias botellas que fueron llenadas en ese momento del barril. Más tarde en ese mismo día, y ante un paisaje increíble, hablábamos de lo increíble que era que en ese momento estábamos tomando el producto de esa misma tierra que cosecharon hacía muchos años, en ese "terroir". Esto marcó un momento que me hizo evidente la capacidad que tiene el vino de transportarnos directamente a un lugar, a un momento, a una experiencia. Es como si tomáramos una fotografía, y todos tenemos cantidad de albumes por todos lados que significan nuestro pasado, y que guardamos como tesoros. Sin embargo el vino nos brinda la capacidad de revivirlo, o de transportarnos a otras experiencias, y por supuesto de tomárnoslo.

Es increíble la cantidad de cosas que pueden salir de tu mente al ver una etiqueta, desde "esta fue la primera vez que viajé a X", "ese año viví en X", "esto fue cosechado un mes antes de X", etc. Amante de la historia, también he identificado momentos que nos marcaron como humanidad pensando a través de la etiqueta de un vino. En 2009, tomé un vino de Alsacia. El vino no era gran cosa, pero me puse a pensar que a través de varios cursos de historia y de entender que gracias a Alsacia (y Lorena), Alemania y Francia se estuvieron jalando los pelos por más de 80 años, y que eso llevó a la humanidad a las guerras más espantosas de su historia, me transporté a tratar de entender porqué les parecía tan valiosa esa tierra.

Algunos dirán, "es solo vino", pero cuando hace unos años tomé un vino que mi padre importaba a México hace aproximadamente treinta años; mismo vino que significó su sustento económico después de llegar a este país como un refugiado político, por las atrocidades que estaban sucediendo en el suyo, me transporté a ese momento (y aún no había nacido).

Así que cuando sigan diciendo "es solo vino", es probable que tengan razón. Escribir sobre vino cuando leo a Orwell o cuando veo documentales como Climate Wars o Climate Chaos me hace sentir muy pequeño y talvez hasta avergonzado. Hay escritores en el mundo que viven opresión, y que sus obras cambian al mundo, y hace que temas como éste se sientan insignificantes.

Sin embargo, siempre le voy a dar al vino la importancia que para mí tiene, porque el vino y nuestras pasiones nos generan conexiones, y las conexiones son parte fundamental de nuestras vidas. A la vida la hacen grande los pequeños detalles, y sobre todo cuando los compartimos. Así que leo de, escribo de y tomo vinos no porque estoy enfocado en tomarme el próximo Chateauneuf du Pape de 99 puntos en ranking, o porque me vaya a convertir en un millonario consultor de vinos (porque la mayoría en este rubro gana muy poco), sino porque hoy en día, y gracias a la tecnología, tenemos la oportunidad de tomar estos regalos de todo el mundo, y de disfrutarlos con la gente que apreciamos. Y entre más conectados estemos, seremos una mejor sociedad. Esto por supuesto no significa que el vino vaya a cambiar al mundo, aunque la verdad es que lo hace mucho más ameno. Por lo menos para mí, y espero que para así sea para muchos.

Salud!

30 abr 2013

Malbec

Hoy 30 de abril termina el Mes Internacional de la Uva Malbec, una efeméride impulsada por el grupo vitivinícola mendozino para motivar la fama internacional del vino como el gran vino argentino.


La Uva Malbec, autóctona de Francia, es una de las 6 uvas permitidas en la Mezcla Bordolesa (las otras son la Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Petit Verdot y Carmenere). La Malbec, que también es llamada Auxerrois ó Cot Noir en Cahors, y Pressac en otras zonas de Francia, perdió importancia en Bordeaux desde 1956, cuando una helada y la filoxera mató a más del 75% de los viñedos.



El Malbec en Argentina

Viñedos de Malbec en Mendoza
Introducido desde Francia por Pouget a mediados del Siglo XIX, la uva tuvo su crisis a mediados del Siglo XX, cuando Argentina retiró la uva en grandes cantidades para sembrar la variedad Criolla Grande y Cereza, y así producir vino de garrafa, de baja calidad. Fue hasta los 1980s cuando retomó importancia, en gran parte por el experimento de Nicolás Catena y por la gran adaptación que tuvo la uva a los casi 1,500 metros de altura sobre el nivel del mar. El desarrollo en la altura ha generado gran interés en grandes nombres del vino a nivel mundial, entre ellos Paul Hobbs, Michel Rolland, Roberto Cipresso y Alberto Antonini y hoy en los viñedos de Mendoza constituye más de 25 mil hectáreas, mientras en todo Francia apenas superan las 6 mil.



El Vino

Característico por su oscuro color, la diferencia del Malbec de altura mendozino con el francés radica en el nivel tánico de la uva. El argentino hace un vino más suave y elegante, con una estructura mucho más equilibrada. En ocasiones es complementado en pequeñas proporciones por la Bonarda, Merlot, Cabernet ó inclusive Tannat, y por supuesto al ser una uva de Bordeaux, se puede mezclar con cualquiera de las mencionadas para hacer la mezcla bordolesa. Es importante entender que las variedades francesas, argentinas (porque no todos los viñedos son de altura), mexicanas, etc. son distintas, por lo tanto no esperemos características similares entre ellos. Por otro lado, en mezclas, el Malbec suele ser la aportación frutal, aromática y sedosa o elegante, pero en las mezclas argentinas, suele ser parte de vinos de gran cuerpo y estructura, en la mayoría al ser acompañados con la Cabernet y la Merlot.

Es enorme la cantidad de buenos Malbec de Mendoza que podemos encontrar, sin duda hay nombres que se adelantaron en la carrera y en popularidad, como  Catena, Bianchi, Norton, Achaval Ferrer, Trivento, Luigi Bosca, Navarro Correas, Familia Zuccardi, Alfredo Roca, Terrazas, Alta Vista, Rutini, Trapiche, etc. etc. Yo recomendaría probar poco a poco y encontrar aquel que nos gusta, para un poco más adelante experimentar en nuevas mezclas que están haciendo como el Kaiken (con Petit Verdot) y si nos cruzamos con botellas como el Nieto Senetiner (4 veces ganador del mejor Malbec del año) ó el Salentein Numina no perdonarle la vida.

Salud!

14 abr 2013

Catena Alta Malbec - Lo mejor del Malbec Argentino

Para esta edición, quiero darles un recorrido por la historia de los Catena, la bodega y sus vinos, y hablar del vino Catena Alta Malbec, sin duda uno de los mejores Malbec Argentinos, y personalmente mi favorito.



La historia de esta bodega data de principios de los 1900s, cuando la familia Catena empezó la producción de vinos. Fue Domingo Catena, que llevó en los principios del siglo a la bodega a ser de las más grandes de Argentina. Sin embargo, hacia los años 60, la economía argentina presentó grandes retos, y estos tuvieron repercusiones graves en la producción de vino. La bodega y la familia pasaron por momentos muy duros, y hubo cosechas en las que costaba más cosechar la uva y hacer el vino, que simplemente abandonar la cosecha.


El viñedo de la Piramide es un homenaje a la cultura Maya, fascinación de la familia Catena


Hacia los años 80, Nicolás regresó de California tras haber sido profesor en Berkley, y regresó con un sueño y una idea que en esos momentos hizo que lo llamaran loco, y como suele ser la historia, esa locura de Nicolás, fue un parte-aguas en la historia del vino argentino.


Tras la muerte de Domingo en 1989, Nicolás, en honor a su padre, que pensaba que el vino mendozino podía competir a cualquier gran vino de Bordeaux, se enfocó en desarrollar tres uvas, la Cabernet, la Malbec y la Chardonnay en distintos viñedos en Mendoza. Fue la cosecha de 1997, con el vino Nicolás Catena Zapata (95% Cabernet y 5% Malbec) que la bodega, y el vino de Mendoza adquirió nombre a nivel mundial. Esta cosecha, en 2001 fue llevada a catas a lo largo de Europa y Estados Unidos, y en todas quedaba 1er o 2do lugar. A partir de ese momento el nombre Catena empezó a sonar alrededor del mundo.
Fue este vino el primer gran vino argentino y primero por obtener grandes puntajes por la revista de Parker y WS

La entrevista que les muestro a continuación, en la que Nathan Wesley, Catador en Jefe para Wine Spectator en Argentina, junto con Laura y Nicolás Catena, hablan sobre el añejamiento y las distintas cosechas del Catena Alta, es una excelente oportunidad para introducirnos a la historia de la bodega y de la familia que hoy es un referente del Vino Argentino.



Aquellos que quieran adentrarse en la historia de la familia, les recomiendo leer el libro Vino Argentino, un fabuloso recorrido por los vinos, la gastronomía, y los grandes paisajes del vino argentino, contado de primera mano por la ya muy mencionada Laura Catena.



Para finalizar, la recomendación es muy simple, mantengan el vino entre 16 y 18 grados (14 para climas calurosos) y marídenlo a la perfección con un corte con contenido de grasa medio-alto, como un vacío ó un asado de tira. 


Y para que no tengan que hacer nada más que disfrutar, les recomiendo probarlo en Parrilla Las Leñas.

Salúd y buen provecho!